0 views
Esta mamacita riquísima estaba de recepcionista en un hotel ficho. Cuando estuvo de descanso, me dijo si me podía acompañar y me mostró su enorme tarro y su anito rosadito. DELICIOSO. Me chupó la verga como una damita y se dejó ensartar en un anal de película. Su tanguita blanca, me daba ganas de arrancársela con los dientes. Ya me puso fierro esta culona.